El mirador de Santa Ana es el mirador más elevado y está ubicado al costado de la iglesia de Santa Ana en el barrio de Santa Ana (uno de los barrios más antiguos del Cusco) es el mirador con el mejor ángulo y por ende podrás ver toda la ciudad del Cusco desde otra perspectiva y con menos gente.
La Iglesia de Santa Ana
Es una iglesia católica que está ubicada en el mirador de Santa Ana y está levantada en la ciudad del Cusco. Fue declarada como tal desde 19721 y desde 1983 declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad
Su historia
El 28 de abril de 1559, bajo las órdenes del virrey Andrés Hurtado de Mendoza, el corregidor Juan Polo de Ondegardo estableció la parroquia de indios «Santa Ana» en el barrio de Q’armenqa, al noroeste de Cusco. En un llano del cerro se erigió la iglesia, junto con un atrio con plaza y una torre separada del templo. Tras el terremoto de 1650, la iglesia sufrió daños significativos y fue reconstruida en el mismo lugar.
Los arcos del coro, la portada de estilo rústico y el portal oriental son elementos característicos de finales del siglo XVII. Los muros y contrafuertes de la iglesia están hechos de adobe, apoyados sobre cimientos de piedras incaicas, probablemente provenientes de Sacsayhuamán. La torre, también de adobe, se construyó independientemente del templo y se ubica en una posición elevada sobre la ciudad. La iglesia albergaba la Serie del Corpus, doce grandes lienzos que representaban la celebración del Corpus Christi en Cusco, los cuales ahora se exhiben en el Museo de Arte Religioso del Cusco. Actualmente, se rinde veneración al Señor del Cabildo, representado en un lienzo oscuro, así como a la imagen de la Virgen Santa Ana, que participa en la procesión anual del Corpus Christi.
El Arco de Santa Ana
Se trata de la restauración de un arco colonial que originalmente se encontraba en la cuesta del mismo nombre pero que según los registros fotográficos se sabe que no existía ya antes del terremoto de 1950, fue durante el periodo del Alcalde Raúl Salizar Saico en la década de los años 90’s quien decidió restaurarlo así como el Arco del Puente del Rosario, hay opiniones diversas al respecto aunque muchos entendidos en el tema arquitectónico opinan que no no es adecuado este tipo de intervenciones, lo cierto es que hoy se encuentra en la Cuesta de Santa Ana y forma parte junto con las viviendas aledañas parte de uno de los barrios más tradicionales de la ciudad del Cusco que todavía guardan sus características españolas.
Su historia
El Arco de Santa Ana, construido en el siglo XVII durante la era colonial española, simboliza la unión de las culturas incaica y española en Cusco. Este majestuoso arco, situado estratégicamente en el centro de la ciudad, se erigió como parte de la expansión urbana impulsada por los colonizadores.
A lo largo de los siglos, el arco ha presenciado momentos cruciales, desde la grandeza del Imperio Inca hasta la llegada de los conquistadores europeos, así como los cambios políticos y sociales que han marcado la historia de Cusco y Perú.
Durante la época colonial, el Arco de Santa Ana se consolidó como un emblema de la presencia española en la región, sirviendo como puerta de entrada a la ciudad. A pesar de haber resistido terremotos, conflictos y el desgaste natural, sigue siendo un testimonio silencioso de la historia de Cusco.
Hoy en día, el Arco de Santa Ana continúa siendo un símbolo histórico y cultural de Cusco. Los visitantes pueden admirar su impresionante arquitectura colonial y reflexionar sobre su relevancia en la historia de la ciudad y del país.
Cómo llegar al mirador de Santa Ana
Para llegar al Mirador de Santa Ana, puedes optar por el transporte público o por una caminata desde la Plaza de Armas.
- En transporte público: Toma uno de los siguientes buses que te llevarán directamente a la Plazoleta de Santa Ana, donde también se encuentra el mirador. Las líneas disponibles son: Señor del Cabildo, Satélite, Liebre, Servicio Rápido y Batman.
- Caminando: Si prefieres caminar, comienza en la Plaza de Armas y sigue la calle Plateros. Luego, gira a la izquierda en la calle Siete Cuartones, sigue derecho hacia la calle Méloc, y al llegar, gira a la derecha. Continúa por la calle Santa Ana hasta llegar al mirador. Esta caminata, de aproximadamente 20 minutos y 1.1 kilómetros, te llevará sin costo alguno al mirador, ya que la entrada es gratuita.