¿Qué es el Corpus Christi?
Para conocer la Historia de Corpus Christi debemos saber que significa «cuerpo de Cristo» en latín, también conocido como Corpus Domini («cuerpo del Señor») o Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es una de las celebraciones más importantes del calendario cristiano. Esta festividad conmemora la eucaristía del Jueves Santo, es decir, la última cena de Jesús de Nazaret antes de su crucifixión y, según la fe cristiana, su posterior resurrección y ascensión al cielo.
El Corpus Christi se celebra cada año el jueves siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad, es decir, sesenta días después del Domingo de Resurrección, que marca el final de la Semana Santa. En términos astronómicos, esto coincide con el jueves siguiente a la novena luna llena de la primavera en el hemisferio norte. No obstante, en algunos países, la celebración se traslada al domingo siguiente para no interferir con el calendario laboral.
Es una festividad oficial en muchos países cristianos de los cinco continentes, especialmente en aquellos de tradición católica, pero también en naciones que siguen las doctrinas ortodoxa o protestante. Se celebra en lugares como España, América Latina, Alemania, Italia, Suiza, Australia, Filipinas, Rusia, Guinea Ecuatorial y las islas Seychelles. Cada región le imprime su propio estilo y costumbres a la celebración, siempre en armonía con el imaginario religioso cristiano.
Origen del Corpus Christi
El origen del Corpus Christi se sitúa en el siglo XIII, específicamente en 1246, cuando se celebró por primera vez. La monja agustina Santa Juliana de Lieja (1193-1258) instauró la festividad al dedicar su vida a promover la fe católica y compartir sus visiones místicas.
Su importancia se debe a un milagro místico ocurrido en Bolsena, Italia, en 1263. Durante una misa, se dice que la hostia consagrada comenzó a sangrar, un suceso que impactó a los presentes y se propagó rápidamente. En respuesta, el papa Urbano IV instituyó el Corpus Christi en el calendario cristiano oficial el 8 de septiembre del año siguiente, mediante la bula Transiturus de hoc mundo. Para la ocasión, Santo Tomás de Aquino redactó los textos e himnos para la misa, incluyendo Pange lingua, Lauda Sion, Panes Angelicus y Adoro te devote.
A pesar de esta instauración oficial, la festividad no se extendió rápidamente y, al morir Urbano IV, solo se celebraba en algunas regiones de Francia, Alemania, Hungría y el norte de Italia. Fue durante el Concilio de Vienne en 1311 cuando el papa Clemente V estableció normas generales para su celebración. Sin embargo, la consolidación total de la festividad en el mundo cristiano se logró bajo el papa Juan XXII en 1317 y especialmente con el papa Nicolás V en 1447, quien celebró la festividad en las calles de Roma sosteniendo la hostia consagrada.
Historia de Corpus Christi
El Corpus Christi en Cusco tiene raíces que se remontan a la época prehispánica, cuando se veneraban y procesionaban diferentes imágenes. Según las crónicas españolas, días antes del solsticio de invierno (21 de junio), los nobles incas sacaban en procesión por el Huacaypata (actual Plaza de Armas de Cusco) a sus ancestros momificados, conocidos como Malkis. Sin embargo, en el siglo XVII, el virrey Francisco de Toledo prohibió esta práctica y reemplazó las momias por imágenes de vírgenes y santos. Estas imágenes debían ser veneradas por las parroquias indígenas durante la festividad.
Al principio, la celebración incluía imágenes de vírgenes y santos traídas de otros países como Ecuador, Chile y Argentina, junto con sus respectivos feligreses y sacerdotes. La festividad duraba alrededor de dos semanas, y este hecho se puede apreciar en una pintura de Diego Quispe Tito, expuesta en el Museo Arzobispal.
La festividad comienza un miércoles con la tradicional entrada de 15 imágenes de vírgenes y santos que parten de los distintos templos de Cusco hacia la catedral. Cada imagen es acompañada por un cura, mayordomos (reconocidos por portar un estandarte de plata como símbolo de haber financiado la celebración), fieles, bandas de música y grupos de danza.
Los templos más alejados de la catedral son los de San Sebastián, a 5 km, y San Jerónimo, a 10 km. Como ambos están en la misma dirección, la imagen de San Sebastián espera en la carretera a la de San Jerónimo. Una vez que ambas se encuentran, inician una «competencia» a lo largo de la Av. Cultura hasta llegar a la Plaza de Armas. Todas las imágenes pasan la noche en la catedral de Cusco, donde se preparan para las celebraciones principales.
Santos del Corpus Christi
Durante la celebración del Corpus Christi en Cusco, veneran quince santos, santas y vírgenes, cada uno con su propia historia y significado. Entre ellos se encuentra:
San Antonio Abad: Patrón de los animales y los agricultores, se retiró al desierto para llevar una vida de oración y penitencia. La gente le atribuye numerosos milagros, incluyendo su capacidad para comunicarse con los animales.
San Jerónimo: Vivió en el desierto de Palestina en el siglo IV como sacerdote y ermitaño, y la gente lo venera como patrón de los estudiosos y traductores.
San Cristóbal: Patrón de los viajeros y transportistas, es conocido por la leyenda en la que ayudó a Cristo a cruzar un río cargandolo sobre sus hombros. Se le invoca para proteger a los viajeros durante sus desplazamientos.
San Sebastián: Fué un soldado romano del siglo III que se convirtió al cristianismo y fue martirizado por su fe. Es venerado como patrón de los arqueros y soldados.
Santa Bárbara: Joven cristiana del siglo III que fue encarcelada, torturada y martirizada por negarse a renunciar a su fe. Es venerada como patrona de los artilleros y protectora contra los peligros.
Santa Ana: Madre de la Virgen María y abuela de Jesús, aunque no se la menciona directamente en la Biblia. Su culto se desarrolló a lo largo de los siglos a partir de escritos apócrifos y tradiciones orales. Es venerada como patrona de diversas causas, incluyendo las mujeres embarazadas, los abuelos y los carpinteros.
Santiago Apóstol: También conocido como Santiago el Mayor, fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo. Se convirtió en un líder clave en la iglesia primitiva, predicando el cristianismo en España antes de regresar a Jerusalén, donde fue martirizado.
San Blas: Médico y obispo en Armenia durante los primeros siglos del cristianismo. Se le atribuye el milagro de haber curado a un niño que se estaba ahogando con una espina de pescado en la garganta, lo que lo convirtió en el patrón de los enfermos de garganta.
San Pedro: Uno de los doce apóstoles de Jesucristo y considerado el primer papa de la Iglesia Católica. Es venerado como patrón de los pescadores y de la Iglesia Católica, y es conocido por su liderazgo en la difusión del cristianismo primitivo.
San José: Su figura es especialmente prominente en el Evangelio de Mateo, donde se le describe como el esposo de María y padre adoptivo de Jesús. Es presentado como un hombre piadoso que siguió las instrucciones divinas que recibió en sueños.
Virgen de la Natividad: Frecuentemente representada como una madre amorosa sosteniendo a su recién nacido, rodeada de pastores y ángeles que celebran la llegada de Jesús. Su imagen ha inspirado a artistas y fieles a lo largo de los siglos.
Virgen de los Remedios: Su historia está profundamente ligada a la evangelización de los pueblos indígenas de América. Es una advocación mariana venerada en la Iglesia Católica, conocida por ofrecer protección e intercesión en momentos de dificultad, siendo una fuente de consuelo y esperanza.
Virgen Purificada: La historia cuenta que Joaquín y Ana, los padres de María, concibieron milagrosamente a María después de haber sido estériles durante mucho tiempo. En agradecimiento, dedicaron a María al servicio de Dios y la llevaron al Templo cuando ella tenía solo tres años.
Virgen de Belén: La conocen también como Mamacha Belén y la veneran como una madre amorosa y compasiva que intercede por sus hijos ante Dios. Su devoción se originó en Cajamarca cuando un pastor local encontró su imagen en el «Cerro de Belén».
Virgen Inmaculada: Llaman cariñosamente «La Linda» a la Virgen Inmaculada debido a su belleza y pureza espiritual. La veneran como un ejemplo de gracia y santidad. La representan frecuentemente como una figura celestial rodeada de estrellas y con la luna bajo sus pies, lo que simboliza su triunfo sobre el mal.
Conclusión
La festividad del Corpus Christi en Cusco, Perú, tiene sus raíces en la llegada del catolicismo durante la época colonial española. Aunque no existía antes de la conquista, hoy es una parte esencial de la identidad cultural y religiosa de Cusco y la región andina.
El Corpus Christi es una ocasión para celebrar la fe y la tradición, reuniendo a personas de todo el mundo para honrar a los santos. Además, ofrece una oportunidad para experimentar la rica herencia cultural y religiosa de la región.