¿Qué es el Mal de Altura?
El mal de montaña o mal de altura es una condición que ocurre cuando el organismo no se adapta adecuadamente a la disminución de oxígeno (hipoxia) que se experimenta a grandes altitudes.
Existe una idea errónea muy común de que la cantidad o concentración de oxígeno en el aire disminuye con la altura. Sin embargo, la concentración de oxígeno se mantiene constante en aproximadamente un 21% sin importar la altitud. Lo que realmente cambia es que, a medida que ascendemos, la presión atmosférica disminuye progresivamente, lo que también reduce la presión parcial de oxígeno en el aire que respiramos.
Estudios han revelado que las principales causas de muerte en estas condiciones no son las lesiones físicas ni el agotamiento, sino las enfermedades relacionadas con la altitud, como el edema cerebral y el edema pulmonar. Así mismo la susceptibilidad al mal de altura varía considerablemente entre las personas, ya que algunas pueden manejar mejor que otras las ascensiones rápidas.
Los síntomas suelen aparecer entre las 6 y 10 horas después del ascenso, siendo más comunes en personas menores de 50 años y en aquellas que viven habitualmente por debajo de los 900 metros sobre el nivel del mar.
Ni la condición física ni una preparación rigurosa, por más excelentes que sean, previenen el mal de altura, ya que incluso los atletas más experimentados pueden verse afectados.
PASTILLAS PARA EL MAL DE ALTURA
- Sorochipil: Alivia los síntomas producidos por el mal de altura, como estimulante del sistema nervioso, analgésico, antiinflamatorio y antipirético y está compuesto por un Ácido acetilsalicílico 325 mg, Cafeína 15 mg y Salófeno 160 mg. Vía oral
- Acetazolamida (Diamox): La acetazolamida, que se puede empezar a tomar la noche antes del ascenso, reduce la probabilidad de que aparezca mal de altura. Si se toma una vez que comienza la enfermedad, puede contribuir a reducir los síntomas
- Dexametasona: La dexametasona en dosis de 2 a 4 mg por vía oral, IM o IV cada 6 horas también es muy eficaz para el tratamiento de los síntomas del mal agudo de montaña y típicamente alivia los síntomas más rápidamente que la acetazolamida
- Nifedipina o Tadalafilo: Recomendados para personas con antecedentes de edema pulmonar de las alturas como medida preventiva.
EXTRA: La hoja de coca actúa como un estimulante ligero que ayuda a combatir la sed, el hambre, el cansancio, el dolor, e incluso resulta ideal para aliviar el mal de altura.
?Recomendamos no automedicarse y siempre consultar a su médico antes de ingerir alguna pastilla
MAL DE ALTURA: TRATAMIENTO
El método más eficaz para tratar cualquier forma de mal de altura agudo es bajar a una altitud menor, si los síntomas son leves, es recomendable detener el ascenso y tratar los síntomas con medicación, pero si los casos son graves o los síntomas no mejoran rápidamente, se debe descender a una altitud inferior y administrar fármacos específicos.
En situaciones críticas como el edema cerebral de gran altitud (HACE) o el edema pulmonar de gran altitud (HAPE), es crucial un descenso inmediato a una altitud más baja, pero si no es posible descender, se deben usar medicamentos, oxígeno suplementario o una cámara hiperbárica portátil.
Si se presenta hinchazón en manos, pies y cara no requiere tratamiento, ya que suele desaparecer por sí sola en unos días o tras descender a menor altitud. La falta de sueño, común a gran altura, tampoco justifica un descenso.
SÍNTOMAS DEL MAL DE ALTURA
- Dificultad para dormir
- Mareo o sensación de vértigo
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Falta de apetito
- Náuseas o vómitos
- Pulso rápido (frecuencia cardíaca)
- Dificultad respiratoria con esfuerzo
Los síntomas que pueden ocurrir con el mal agudo de montaña más grave incluyen los siguientes y pueden convertirse en edema pulmonar por altitud elevada o edema cerebral por altitud elevada:
- Coloración azulada de la piel (cianosis)
- Rigidez o congestión pectoral
- Confusión
- Tos
- Expectoración de sangre
- Disminución del estado de conciencia o aislamiento de la interacción social
- Tez pálida o grisácea
- Incapacidad para caminar en línea recta o incapacidad absoluta para caminar
- Dificultad respiratoria en reposo
Otros Síntomas
- Hinchazón: Es común la hinchazón de manos, pies y cara al despertar, que generalmente no causa molestias y desaparece en unos días o al descender a menor altitud
- Dolor de cabeza: Es frecuente, incluso sin otros síntomas de mal agudo de montaña.
- Hemorragias Retinianas: A altitudes superiores a los 2700 metros, pueden ocurrir pequeñas hemorragias en la retina. Son comunes por encima de los 5000 metros y suelen ser asintomáticas, a menos que afecten la visión central. Las hemorragias se curan en unas semanas, pero si causan un punto ciego, es necesario descender y buscar atención médica.
PREVENCIÓN DEL MAL DE ALTURA
Es aconsejable tomar un día de descanso (dormir a la misma altura) cada 3 o 4 noches antes de ascender a mayores altitudes, además durante los días de descanso, se puede ascender a altitudes más altas, siempre y cuando se regrese a la altura inferior para dormir.
La capacidad de aclimatación varía entre personas, por lo que en actividades grupales, el ritmo de ascenso debe adaptarse a la persona que se aclimata más lentamente.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
- Evitar actividades extenuantes durante uno o dos días después de llegar a gran altitud puede ayudar a prevenir el mal de altura.
- Se debe evitar el consumo excesivo de alcohol, opiáceos y sedantes, especialmente antes de dormir.
- Los consumidores habituales de cafeína deben ser conscientes de la posibilidad de dolores de cabeza por abstinencia si dejan de consumir cafeína durante su estancia a gran altitud.
- Tener una buena condición física no previene el mal de altura agudo, aunque permite un mayor esfuerzo a altitudes elevadas.
- La acetazolamida también se puede utilizar para mejorar el sueño, que a menudo se ve afectado a gran altitud