La fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo se realiza cada año entre el 15 y el 18 de julio en el pueblo de Paucartambo que está ubicado a unas cuatro horas del Cusco. Esta celebración llena de tradición religiosa y cultura popular en honor a la Mamacha del Carmen atrae tanto a los fieles del lugar como a turistas nacionales e internacionales
La devoción a la Virgen del Carmen data de la época colonial (siglo XVII–XVIII), cuando la corona española envió su imagen a Paucartambo y con el paso del tiempo surgió una mezcla de creencias católicas y rituales andinos
Las leyendas dicen que la imagen fue hallada cerca del río o transportada por comerciantes conocidos como Qollas y luego fue instalada definitivamente en Paucartambo, donde se difundió entre esclavos africanos y hacendados locales.
Es así como en 1972 se la declaró “Patrona de las danzas folklóricas” o “Mamacha de los mestizos” y en 1985 fue coronada por el papa Juan Pablo II en Sacsayhuamán
La fiesta da inicio al mediodía, cuando el estallido de un cohete lanzado desde la casa del mayordomo anuncia el comienzo de las celebraciones. Acto seguido, las campanas repican por todo el pueblo, mientras las coloridas comparsas de danzantes se dirigen hacia la iglesia para rendir homenaje a la Mamacha Carmen con música, bailes y cantos.
Al llegar la noche, la Plaza de Armas se transforma en un escenario iluminado por grandes hogueras que simbolizan el purgatorio; algunos danzantes las saltan, mientras otros bailan a su alrededor en señal de fe y energía. Ya entrada la medianoche, la serenata a la Virgen comienza en la puerta de la iglesia, extendiéndose hasta el amanecer en una noche cargada de magia, devoción y alegría colectiva.
El día central, comienza con una misa al amanecer y una misa solemne a media mañana, donde los grupos de Capac Qolla y Capac Negro ofrecen sus mejores cantos. Luego, desde una plataforma, los danzantes lanzan frutas, hojas de coca y pequeñas ofrendas a la multitud para así al mediodía celebrar con almuerzos tradicionales ofrecidos por los mayordomos, en los que se comparte comida típica como lechón, tamales y moraya en un ambiente de fiesta y hermandad.
Es el día más simbólico, la imagen de la Virgen vuelve a salir en procesión. Los Saqras o traviesos demonios andinos se trepan por techos y balcones para ocultarse de su mirada, provocando a la multitud con acrobacias.
Más tarde, las comparsas peregrinan al cementerio para rendir homenaje a los danzantes fallecidos y por la tarde la Virgen se dirige al Puente Carlos III para bendecir los cuatro puntos cardinales y el Río Mapacho. El día culmina con la esperada «guerrilla»: una representación dramática entre los Capac Colla y los Capac Chunchu, que simboliza la histórica rivalidad entre el Collasuyo y el Antisuyo.
Finalmente, el 18 de julio trae un aire de recogimiento y la Virgen realiza su última procesión y se celebra el Ocarikuy, donde los niños son bendecidos bajo su manto. En la tarde, se lleva a cabo el cambio de vestimenta de la imagen sagrada, marcando el cierre del ciclo festivo con emoción, gratitud y el deseo ferviente de volver el próximo año.
La celebración de la Virgen del Carmen de Paucartambo incluye diversas danzas que reflejan la historia y el sincretismo religioso, donde resuenan tradiciones ancestrales y manifestaciones cristianas, las danzas que participan en esta festividad son:
Otras comparsas que participan en esta festividad son los Majeños, Auqa Chileno y los Maqtas que agregan toques regionales y satíricos sobre la historia peruana. Los bailes van acompañados de rituales donde se integran oraciones cristianas, ofrendas a la Pachamama y ceremonias como la procesión con velas, el ascenso a Tres Cruces para recibir el amanecer, y la famosa “guerra” simbólica entre ángeles y demonios
La festividad de la Virgen del Carmen es más que una festividad religiosa: es un vibrante mosaico cultural que mezcla rituales católicos, símbolos andinos y memorias históricas.Quienes buscan experiencias auténticas y profundas en el Perú profundo, encontrarán aquí un evento inolvidable. ¡La esencia de esta fiesta merece ser vivida al menos una vez en la vida
